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31/12/2024 | Documento
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Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2024: desafíos de la protección social no contributiva para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo

En esta edición del Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2024 se abordan los desafíos de la protección social no contributiva para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo en la región. Enfrentar la crisis del desarrollo, las brechas del desarrollo social inclusivo y la estructura de riesgos en reconfiguración, exige avanzar hacia sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes. Las políticas de protección social no contributivas son esenciales en la consecución de los objetivos y funciones de los sistemas de protección social: la protección de los ingresos, el acceso a los servicios sociales y la inclusión laboral. Uno de cada tres hogares en el quintil de menores ingresos carece de acceso a la protección social y los montos de los programas suelen ser insuficientes para superar la pobreza. La región enfrenta una persistente desigualdad de género y una crisis de cuidados que se verá exacerbada por el envejecimiento acelerado. Para avanzar en la erradicación de la pobreza son precisas políticas integrales, así como avanzar en el establecimiento de un estándar de inversión social de la protección social no contributiva.
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El Capítulo III: "La protección social ante la crisis de los cuidados y el envejecimiento" muestra que la persistente crisis de los cuidados se caracteriza por una demanda creciente que supera ampliamente el número de personas, servicios e infraestructura para cuidar, y altos niveles de desigualdad estructural que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, especialmente a las que enfrentan formas múltiples e interrelacionadas de exclusión y discriminación, como las mujeres pobres, rurales, indígenas, afrodescendientes, con discapacidad, en contexto de movilidad humana o que viven en territorios en conflicto, entre otras. La región se enfrenta a una demanda de cuidado de niñas y niños que no se ha resuelto, y, simultáneamente, al aumento de la población de 65 años y más, y sobre todo de la población de 80 años y más en las próximas décadas. Esta situación vuelve urgente fortalecer los sistemas de protección social a través de políticas de carácter contributivo y no contributivo, centradas en los cuidados y enfocadas en las personas cuidadoras y en las que necesitan cuidados a lo largo de todo el ciclo de vida, en particular cuidados de largo plazo.