El embarazo y la maternidad en adolescentes es una expresión de inequidades sociales, culturales, de género, de etnia/raza, entre otras. La persistencia del embarazo en la adolescencia es especialmente problemática en la medida que, si bien ocurre en todos los estratos sociales, se sigue concentrando en los sectores de menor nivel socioeconómico y educacional.

El derecho y acceso de las mujeres a servicios eficientes de salud reproductiva es un elemento fundamental en la lucha por la superación de la pobreza y de su reproducción social.

En un modelo de desarrollo afectado por crisis múltiples (alimentaria, climática, energética y financiera) se generan desigualdades y mayores riesgos ambientales para las poblaciones pobres, donde hay más mujeres que hombres.

Las mujeres dedican más horas de su tiempo al trabajo no remunerado y carecen de ingresos propios en mayor proporción que los hombres. Es necesario desarrollar políticas públicas para liberar el tiempo de las mujeres ya que eso fortalece su empoderamiento económico y contribuye a la superación de la pobreza y al desarrollo económico.

La promoción de reformas tributarias progresivas, el manejo transparente y democrático de la asignación de gastos públicos y la obtención de metas específicas de género en los presupuestos deben formar parte de la agenda de la política fiscal para no aumentar la brecha entre hombres y mujeres.

En América Latina y el Caribe hay 58 millones de mujeres que viven en zonas rurales. A pesar de su contribución fundamental a la producción de alimentos y al desarrollo económico de la región, los indicadores muestran que la desigualdad es mayor en las mujeres rurales.